Una cadena de volcanes submarinos activos, ubicados en el litoral que comprende desde la isla de Chiloé hasta la península de Taitao, en Aysén, son investigados por científicos chilenos y de otras nacionalidades.
Un reportaje publicado por el diario La Estrella de Chiloé da a conocer este hallazgo que ha llamado la atención a oceanógrafos, aunque también preocupa pues Lucía Villar, científica chilena de la Universidad Católica de Valparaíso, fuente de dicho reportaje, asegura que esta cadena de macizos está afectando la estabilidad de hidratos de metano en lo largo de la costra de las regiones de Los Lagos y Aysén y muy cerca de la placa tectónica chilena.
La oceanógrafa Lucía Villar formó parte de una investigación de científicos de la Universidad de Tokyo, Japón, y del Instituto de Oceanografía y Geofísica Sperimentale de Italia. Comentó que cuando realizó un doctorado en Alemania y posteriormente investigó dónde estaban ubicados los hidratos de metano en la costa, desde Valparaíso a la Patagonia, para así calcular su volumen.
En medio de esta investigación llega a la conclusión de que los volúmenes se concentran en un triple punto de unión de placas justo al frente de la península de Taitao, la placa tectónica de Nazca en el norte, la Antártica por el sur y la Sudamericana hacia el este. Lucía Villar le explicó a La Estrella de Chiloé en el reportaje “lo que forma la placa de Nazca y Antártica se llama dorsal de Chile que es una cadena de volcanes y esta cadena de volcanes se está subduciendo bajo el margen chileno en casi 90 grados, entonces es algo súper único y es uno de los lugares más calientes de la parte de la subducción”.
ESTÁN ACTIVOS
El reportaje añade que en enero de 2019 un equipo de científicos japoneses llegó a la zona, pues primero estaban atentos ante el tema de los terremotos en la zona, pero surgió la idea de evaluar el flujo de calor en el área que se está subduciendo. Lucía Villar tenía los datos de los hidratos de gas y así fue como la invitaron a ser parte del equipo investigador de la Universidad de Tokyo. “Como venían con su barco que hace batimetría pudieron descubrir esta cadena de volcanes que ya había sido identificada antes”, explicó la científica chilena.
Añadió que desde su barco los científicos japoneses lanzaron una draga para sacar muestra se lava y esa fue la primera vez que se comprobó que los volcanes submarinos estaban activos.
La oceanógrafa explicó en el reportaje: “como afectan el flujo de calor significa que está aumentando la temperatura y cuando aumenta la temperatura estos hidratos de gas se desestabilizan y comienzan a derretirse y comienzan a salir hacia el fondo marino y, eventualmente, si hay una emanación podría salir hacia la atmósfera”.
¿QUÉ PODRÍA PASAR?
¿Qué pasaría si estos gases salieran a la atmósfera? Depende. La investigadora explicó que los efectos podrían ser variados y que si se tratara de un volumen en grado menor podría ser positivo, pero si se desestabilizan podría ser un riesgo. “Cuando hay emanación de hidratos desde el fondo marino es todo un mundo nuevo, viven animales que sólo yacen alojados al lado de las emanaciones y eso es lo que pronto me gustaría hacer”, pues las emanaciones de metano en el fondo marino son fuente alimento para algunas especies.
Pero también puede pasar que uno de los volcanes entre en erupción y podría desestabilizar rápidamente los hidratos que produzca un escape masivo y un deslizamiento submarino que podrían relacionarse con tsunamis. Lo otro es que esa zona es muy sensible a los sismos y si eso ocurriera podría liberar gas metano.
Lucía Villar expresó que nadie sabe cuándo uno de estos volcanes podría entrar en erupción y si hay una liberación importante de gas metano simplemente no se sabe qué podría pasar con la fauna marina.
En pocas palabras, en la región hay un tremendo potencial energético, pero también un gran peligro que debe seguir siendo investigado.
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