Islotes al margen: ¿Cómo se vota en Puerto Gala y Puerto Gaviota?

"¿Usted cree que a las merluzas les importa quién gobierna en Santiago?"

La gente de Aysén conoce la historia: Puerto Gala (282 habitantes) y Puerto Gaviota (346 habitantes) son dos puertos que se formaron espontáneamente en el litoral aysenino durante los años ochenta, a partir del aumento de pesca de merluza austral.  

Eran campamentos provisorios denominados “ranchos” (estructuras débiles de plástico y zinc) que luego se transformaron en asentamientos humanos permanentes, y finalmente derivaron en la fundación de puertos. 

Actualmente pertenecen a la comuna de Puerto Cisnes, al norte de la región de Aysén, pero son consideradas zona extrema, puesto que la movilidad y conectividad dependen en gran medida de las condiciones climáticas. 

Originalmente, ni en Puerto Gala ni en Puerto Gaviota hay mesas de votación habilitadas. Entonces, ¿Cómo vota la gente de Puerto Gala y Puerto Gaviota si se larga un temporal?

Según el relato anónimo de un profesor de historia y ex pescador de Gala, una jornada de votación en estos lugares extremos es más o menos así: la municipalidad de Cisnes o la gobernación regional (como en las elecciones de este fin de semana) contrata una lancha que navega hasta la isla para recoger a los votantes. 

Como Gala es un archipiélago conformado por varias islas, el día de recolección de votantes, la gente viaja en sus botes desde los diferentes islotes para embarcar y dirigirse a tierra. Luego, la lancha zarpa hasta Puerto Cisnes, que es el pueblo donde están habilitadas las mesas. Tras sufragar, sin embargo, no queda más que esperar que la lancha regrese. 

“Este viaje debía hacerse independiente de las condiciones atmosféricas, es decir, con buen o mal tiempo. No había opción”, indica el profesor. Y luego agrega: “No puedo olvidar el comentario de un pescador mayor y con un largo camino por la vida, que no concurrió a votar y me dijo: ¿usted cree que a las merluzas les importa quién gobierna en Santiago?”. 

Y, de hecho, cualquiera podría preguntarse, si no se constituyen mesas de votación en los islotes, ¿a la gobernación regional le importa quién vota? 

Esta es una situación que no es extraña para la región. Así como en la zona insular deben viajar a territorio urbano para ejercer el sufragio, al sur de la región hay otras localidades que hacen lo mismo. Desde Puerto Yungay y Río Bravo hacia Tortel y desde el río Baker a Cochrane, entre otras. 

En el plebiscito de octubre 2020, la participación del padrón electoral en la región de Aysén alcanzó solo un 39,40%, la única bajo el 40% respecto a la votación nacional. 

Y entonces aquí vale la preguntarse ¿Es desinterés de las merluzas o falta de conectividad regional? 

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