Experta de Seremi de Salud llamó al autocuidado por peligro de marea roja

En Aysén se da la particularidad que los mariscos contaminados no cambian de color, sabor u olor, lo que aumenta el peligro de intoxicación, recalcó la doctora María Angélica Tocornal.

La encargada del programa de marea roja, doctora María Angélica Tocornal, se refirió a través de los medios regionales sobre las medidas preventivas en el consumo responsable de mariscos durante esta Semana Santa para la Región de Aysén.

La profesional precisó que no es tan fácil identificar la contaminación de los mariscos, pues sólo se determina tras realizar análisis, de ahí la importancia de comprar estos recursos en el comercio autorizado por las autoridades sanitarias.

“La marea roja ni siquiera es roja. En nuestra región se distingue porque no hay un cambio de coloración del agua para saber que puede haber un problema ahí. El agua se mantiene del mismo color y los mariscos pueden estar contaminados”, precisó la doctora Tocornal.

Asimismo añadió que en Aysén los mariscos no cambian de color, sabor u olor, lo que dificulta aún más la posibilidad de descubrir si están contaminados o no y aumenta los riesgos de contagio.

“La única manera de descubrir que los mariscos están contaminados o no es a través de los análisis de nuestro laboratorio de salud pública y ambiental de la Seremi de Salud. Nosotros realizamos permanentemente durante todo el año análisis a los mariscos que se consumen en las pescaderías autorizadas”, puntualizó la profesional, de ahí la recomendación de comprar mariscos en el mercado formal.

Control

María Angélica Tocornal expresó que en el comité marea roja, que funciona bajo la dirección de la Delegación Presidencial Regional y suma a distintos entes de fiscalización y control se realizan permanentemente controles y patrullajes y se definieron sectores de prohibición de extracción.

La doctora recalcó en el llamado a la responsabilidad y autocuidado de la población ante el veneno paralizante y recordó que los principales síntomas de intoxicación está el adormecimiento u hormigueo de la boca, lengua, cara o piernas, dificultad para hablar o respirar, una reacción diarreica y parálisis.